- Che, ¿venís esta tarde al parque? Vamos con Julián y Raúl.
- Mmm no, mejor no, hace un calor terrible.
- ¡Y si!, ¿cómo no va a hacer calor? si estamos en pleno verano, ¡no va a hacer frío!
- No, no va a hacer frío. No dije que iba a hacer frío. Dije que hace calor.
- ¡Y bueno!, ¿entonces?
- Entonces, ¿qué?, ¿Vos te das cuenta que respondés una cosa completamente distinta? No te dije que no voy porque no sé cómo funcionan las estaciones o que no sé en qué hemisferio estamos, ni te pregunté la causa de porqué cuando hace treinta grados mi organismo reacciona sintiendo calor y sudando, ni tampoco porqué cuando siento el calor no puedo lograr la suficiente elevación mental-espiritual para obviarlo y sentirme cómodo. Te digo que no voy a ir. Te pido por favor que guardes tu incontinencia verbal y necesidad inconsciente de contradicción para responderme porque me deprime.
- Bueno che, no era para tanto.