- ¿Ésto es todo? – Preguntó el Hombre Ordinario.
- Es todo. – Respondió el Hombre Inteligible.
- ¿Y los sueños?
- Son el pasado.
- ¿Y la plenitud?
- No existe.
- ¿Y el amor incondicional que da sentido a las vidas mundanas?
- Es para pocos.
- ¿Y qué queda?
- Lo que puedas hacer con lo que queda.
- Puedo hacer muy poco.
- Quedará muy poco.